Por BÁRBARA ANDERSON
No es ninguna novedad que las empresas financieras basadas en plataformas tecnológicas (más conocidas como (fintech) han tenido un crecimiento exponencial en nuestro país.
De hecho, toda la región se ha convertido en un fenómeno por encima de otros mercados: con un crecimiento en el último año de 66% — pasó de 703 a 1166 empresas—. Latinoamérica superó a África y Australia en el número de productos lanzados. Como contexto la industria a escala global creció entre 2017 y 2018 un 6%.
Uno de los grandes impulsores es la enorme porción de la población latinoamericana excluida del sistema financiero tradicional: solo 51% de los adultos tiene una cuenta bancaria.
Desde hace dos años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista comenzaron a realizar reportes muy interesantes de este nicho financiero en América Latina. ¿Sabían que por ejemplo en México en el último año el número de firmas fintech creció 52%, pasando de 180 a 273 emprendimientos activos?
Además de estos datos poderosos de desarrollo, en el último análisis que liberaron hace pocos días el BID y Finnovista hay un hallazgo muy relevante: el gran protagonismo de las mujeres en este boyante sector. Mientras en el sector financiero tradicional las mujeres están subrepresentadas, en este nuevo modelo digital estamos tomando revancha.
Del total de emprendimientos fintech de América Latina, 35% tienen una mujer fundadora o una mujer en el equipo fundador, mientras que el promedio mundial es de 7%.
Y dentro de la región uno de los mayores liderazgos los ostenta México (junto a Colombia y Uruguay), con 41.4% de sus empresas fundadas por mujeres. No creo que ningún otro negocio financiero en nuestro país pueda compararse con este fenómeno.
El reporte levanta una capa más a este dato y encuentra un patrón común entre las fintech mexicanas creadas por mujeres: son compañías que buscan aumentar la inclusión financiera de personas y pyme desatendidas por el sistema financiero tradicional (7 puntos por encima que aquellas empresas creadas por hombres).
“En el sector, las compañías con una mujer fundadora obtienen resultados 63% más positivos que aquellas fundadas exclusivamente por un equipo masculino. Las mejoras también tienen lugar en las empresas con mayor diversidad en su consejo: obtienen un ROI 53% más alto y un EBITDA 14% más elevado”, dice dentro del informe Ghela Boskovich, directora de Fintech & Regtech Partnerships en Rainmaking Innovation y fundadora de FemTechGlobal.
Pero a pesar de esta enorme participación, de esta dinámica femenina mucho más activa en nuestro país, el financiamiento no ha sido directamente proporcional: 45% de las emprendedoras fintech no recibieron financiamiento externo versus 31% de sus pares hombres.